Los «Informadores o Denunciantes» dentro de las empresas y administración ¿héroes o chivatos?

La futura ley obligará a implantar canales de denuncias internos a las entidades privadas con 50 o más trabajadores y a todas las entidades del sector público.

El término anglosajón «whistleblower» se traduce literalmente como “el que toca el silbato” y hace referencia a la persona que informa sobre una irregularidad en su ámbito laboral. El objetivo es comunicar lo antes posible los comportamientos no éticos y sacar a la luz todo aquello que pueda dañar la reputación de una empresa u organización:

  • CORRUPCIÓN
  • DISCRIMINACIÓN Y ACOSO LABORAL
  • INFRACCIÓN DE LA LEY Y DELITOS
  • VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS
  • COHECHO
  • ADMINISTRACIÓN O GESTIÓN IMPROPIAS
  • TRÁFICO DE INFORMACIÓN PRIVILEGIADA
  • USO INDEBIDO DE DATOS

Uno de los puntos clave que regula la norma es la obligación de permitir las denuncias anónimas.

Sin duda una figura polémica para algunos y realmente efectiva para otros. Solo el futuro permitirá conocer sus beneficios.

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